sábado, 21 de junio de 2014

Navarra: Delfín Martínez Martínez


Delfín Martínez Martínez

Nacido en Sartaguda el 24 de diciembre de 1908, hijo de Agustín y Encarnación, y vecino de esta localidad. Casado con Angustias Martínez Calvo y padre de dos hijos, Delfín y Tanis. Jornalero. Se desconoce su filiación política. Muere víctima de una ejecución extrajudicial el 4 de septiembre de 1936 en el municipio de Ausejo (Logroño) “a consecuencia de la pasada lucha nacional contra el marxismo”. Su hermano menor, Teófilo, moriría fusilado un mes más tarde en Zaragoza

Delfín y Tanis, hijos de Delfín Martínez Martínez

Angustias Martínez Calvo (esposa del asesinado) inicia expediente de registro de la defunción de su marido. Sartaguda, 1941/01/28.


Delfín Martínez Martínez y su esposa Angustias Martínez Calvo

Jacinto Martínez Martínez; Modesto Martínez Martínez. Ambos testifican en Sartaguda el 31 de enero de 1941 y se ratifican en los contenidos de los puntos del interrogatorio.

"2ª. Ser cierto, es público y notorio el Sartaguda que hacia el día 4 de septiembre de 1936, en jurisdicción de Araujo en Logroño falleció (…) Delfin Martínez Martínez (…) y que su cadaver pudo ser reconocido por el testigo que conocian de antes al finado".

Fuente: flickr.com

La forma de proceder de estas cuadrillas de matones se ve ajustadamente representada en la siguiente anotación del a menudo citado Andrés Moreno de Sartaguda y el testimonio de la nieta de uno de los asesinados en esta ocasión.

El 4 se septiembre viernes, Andrés Moreno, de Sartaguda anota en su diario: “Hoy a la 11 y media se llevan a los presos. De las 12 a las 12 y media los han afusilado en la jurisdicción del Villar y Ausejo. Los asesinados detenidos el día anterior son Delfín M., Andrés M., Agapito Garatea y Cipriano Montoya”.

Una nieta de Agapito Garatea, que ha hecho un enorme acopio de material, afirma de esas muertes:

“Los llevan por la carretera del Villar; los paran y piden agua a una señora y preguntan dónde se encuentran; el camión donde los llevaban llevaba toldo y no saben dónde están. Era verano. Los llevan a los campos de Ausejo. Allí se juntan unos 80 fusileros para matarlos salvajemente a golpes. No salen balas (en la exhumación) y sus cabezas destrozadas, como puede verse en las fotos. Uno de ellos sin cabeza (…) Sale también un gancho de carnicero (…) Los matan en unos olivos y después los arrastran enrastrados a un palo, pinchándoles con un cuchillo por detrás. Los llevan más abajo por tener más tierra para enterrarlos.

Además de golpes, los mataron con postas”. (Sartaguda 1936. El pueblo de las viudas, 482)

A día de hoy no tenemos un estudio concienzudo que ponga cara y nombre a estos individuos y les atribuya concretamente los cargos de que son reos.

Bibliografía:
José Mª Jimeno Jurío: Sartaguda 1936. El Pueblo de la Viudas. Pamiela. Pamplona-Iruña, 2008
Eduardo Pons Prades: Las escuadras de la muerte. La represión de los sublevados. Flor de Viento Ediciones. Barcelona, 2006

Delfín Martínez Martínez hijo

Fuente: parquedelamemoria.org

El domingo 21 de marzo nos dejo nuestro compañero Delfín Martínez, "el Bolas", quien junto con Julio Sesma no faltó a la presentación de ésta página web.

La despedida tuvo lugar el mismo domingo a las 19:00 h. en el tanatorio y consistió en una poesía dedicada por Enrique Villareal "El Drogas" y el resto de componentes de Barricada, además de un texto dedicado por el alcalde de Sartaguda, José Ramón Martínez.

El homenaje estuvo presidido por una bandera republicana, que al término del acto le fue entregada a la viuda de Delfín Martínez, para que en la incineración cubriese a Delfín como era su deseo. Ya el lunes, sus cenizas fueron esparcidas por el Parque de la Memoria, como también era su deseo. Se cumplió así todo lo que Delfín solicitó dijo antes de morir: sin misas, sin cementerio, incineración con la bandera republicana y esparcimiento entre los olivos que él mismo había elegido.

Anotación en el Registro Civil con motivo del nacimiento de Delfín hijo


"Nota particular para el registro civil:

El día 5 de Diciembre de 1935, debió nacer un niño, que se debe llamar Delfín, hijo de Delfín Martínez Martínez y Angustias Martínez Calvo, nieto de Agustín Martínez (difunto) y Encarnación Martínez y de Justo Martínez Garatea y Estanislaa Calvo (Difunta) - ¡OJO!

La nota revela la inquina de aquellos herodes que ya habían sembrado las cunetas con la sangre de los padres y las madres de miles de navarros y que todavía temían a sus hijos fruto del miedo ruin y culpable.

Textos de homenaje a Delfín Martínez:

ADIOS A UN LUCHADOR

"El 5 de diciembre de 1935 debió nacer un niño, que se debe llamar Delfín…"

Con este texto adornado con una gran palabra en lápiz rojo “OJO”, comenzaba la vida de Delfín Martínez Martínez, hijo de Angustias Martínez y de Delfín Martínez (asesinado por el franquismo en 1936), hermano de Tanis.

Desde pequeño le tocó sufrir no solo la perdida de su padre, sino el trabajo duro desde niño para poder ayudar a sacar su casa adelante, sufrió y fue humillado por los ganadores, muchas veces, infinidad, “como pretenden que me olvide que con ocho años estaba cargando al hombro con cestos de barro para hacer la acequia”, y de todas esas humillaciones logró levantarse, con la cabeza alta y orgulloso de su condición de “rojo”, haciendo piña con su hermana y madre, a quien profesaba un enorme cariño y admiración, esa madre que tan mal lo pasó, que como bien decías “que es lo que hicieron con ellas que no nos han querido contar”, que te reconfortaba en su regazo de tu sufrimiento dándote su cariño, diciéndote todos los días desde ese granero y señalándote, “mira hijo ahí en ese monte está tu padre”, recordando a tu hermana y a ti para no olvidarais nunca a su ser querido, como tu has dicho en infinidad de ocasiones y con ojos llorosos “padre no he conocido porque me lo mataron, pero madre la mejor del mundo”, y cumpliste tu palabra como hijo, luchaste toda la vida por recuperar el cuerpo de tu padre y que tu madre pudiera darle ese abrazo de despedida y esos lloros que nunca pudo darle, lo conseguiste.

Pero no paraste ahí, te empeñaste en decirle a este pueblo que es lo que pasó con tu padre, que lo arrojaron a una fosa, junto a otros compañeros, y que pretendieron sin conseguirlo que los olvidarais.
Con gente como tú, hemos conseguido levantar el Parque de la Memoria, para que todo el mundo sepa, que tu padre y otras más de 3000 personas navarras, murieron por la injusticia y la sinrazón, de unos fascistas, de unos asesinos, “yo ya me puedo morir tranquilo” decías el día de la inauguración del Parque, porque habías conseguido “lo más grande”, orgulloso de haber honrado la memoria de tu padre, con la única pena de que no estaría tu madre para verlo, pero sabiendo que estaría contenta con tu trabajo.

Pero no te quedaste ahí, has sido imagen de ese magnífico trabajo, has pasado por diferentes documentos televisivos, te han conocido gracias a ellos en toda España, y has llegado al corazón de muchas personas, has llegado incluso hasta el corazón de muchos jóvenes que te han visto en institutos, contando tu vida, y hasta en videos musicales, luchando por lo que creías hasta el final.

Gracias Delfín, mañana no solo Concha, y Begoña te echarán de menos, seremos muchos los que te vamos a recordar, que vamos a echar en falta, esas bromas, esos comentarios, ese cariño, pero que estaremos todos los domingos contigo en el Parque, hoy queremos despedirte como tu querías, “a mi ni misas ni monsergas, quiero que el día que me muera se celebre, porque moriré satisfecho, y que mis cenizas sean repartidas ya sabéis dónde, y que los demás vayan al bar, de ronda a celebrarlo”.



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