domingo, 15 de junio de 2014

Extremadura: Tomás Valiente Santos






Tomás Valiente Santos


Natural y vecino de Fuente de Cantos (Badajoz). Industrial de cuarenta y ocho años; viudo. Concejal socialista del Ayuntamiento de Fuente de Cantos en varios periodos; primer teniente de alcalde con el Frente Popular. Detenido por los sublevados el 27 de agosto, fue fusilado el 5 de septiembre de 1936 en Fuente de Cantos.

Fuente: XII Jornada de Historia de Fuente de Cantos

“El 23 de julio [de 1936] se celebra un pleno extraordinario y urgente. Asistieron el Alcalde y nueve ediles (Manuel Pizarro Murillo, Juan Moñino Iglesias, Emilio Tomilio Guerrero, Cayetano Moñino Hernández, José Macarro García, Felipe Núñez Ramírez, Maximino Hidalgo Yerga, Tomás Valiente Santos, y José Pérez Báez). En primer lugar, acordaron «consignar en acta su más enérgica protesta contra el movimiento subversivo que, por olvido de los más sagrados deberes e incumplimiento de juramentos y promesas de honor perturban en estos días la tranquilidad de la Nación y de la República, y su leal adhesión y solidaridad con el régimen y Gobierno que los representa, acuerdo que telegráficamente se trasladará al Presidente del Consejo de Ministros, Ministro de la Gobernación y Gobernador Civil de la Provincia»”.


“En ese día había llegado a Fuente de Cantos una columna organizada desde Badajoz por el comandante militar de la provincia, el Coronel Idelfonso Puigdengolas. Ésta es la razón de que la aviación alzada arrojase algunas bombas sobre la localidad, las cuales provocaron la muerte de tres mujeres por shock traumático y colapso cardíaco: Manuela Cerón Álvarez, Felisa García Rodríguez y Manuela Lozano García. Un testimonio directo, el de Rafael Trujillo de la Gala, antiguo coadjutor de Fuente de Cantos, y en aquel momento párroco de Monesterio, describe que estas muertes incitaron a los revolucionarios el intento de asaltar la prisión dos veces, el día 4 y en la madrugada del día 5. En la primera medió el Alcalde, José Lorenzana, para impedírlo, y en la segunda su teniente Tomás Valiente Santos:

«El día 4 de agosto [de 1936], con motivo de unas muertes que ocasionaron los aviones del Ejército al reconocer el terreno para la entrada del Ejército, vinieron multitud de hombres armados para matamos en la cárcel. A todos los detenidos nos salvaron las señoras del pueblo y nuestras familias que empezaron a llegar a la cárcel, y el Alcalde intervino en el alboroto y evitó que entraran a asesinarnos. A las dos de la madrugada se intentó otra vez matamos, para entonces se opuso el Segundo Alcalde (…)»”. 
 

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