sábado, 9 de agosto de 2014

Castilla y León: Emiliano Bajo Iglesias

Emiliano Bajo Iglesias, 1933.

Emiliano Bajo Iglesias nació en Miranda de Ebro (Burgos), el 20 de julio de 1889. Era sastre de profesión (abogado, según otras fuentes), siendo elegido concejal de su localidad en el año 1931. Fue destituido en el año 1934, y repuesto en su cargo después del triunfo del Frente Popular en Febrero del año 1936 y elegido de nuevo alcalde en sesión plenaria con 7 votos a favor y uno en contra de los asistentes al pleno municipal. En ese momento es elegido alcalde. Y entre sus palabras primeras palabras se encuentran estas:

“Agradezco el nombramiento y comprendo la responsabilidad que adquiero, pero estamos obligados a cumplir el compromiso del pueblo. Hasta la fecha no rectifiqué por mi labor y actuación anterior y ya que me debo al pueblo, por él lucharé y trabajaré”

Bajo su mandanto sus principales premisas politicas fueron la forma de paliar el enorme paro obrero que entonces sufría Miranda, y la construcción del Instituto de Enseñanza Media. Otras no menos importantes fueron la parcelación del “Prado”, construcción del alcantarillado de la calle Pi y Margall y Castillo, aceras en las de Ramón y Cajal y Joaquín Costa, dotación de aguas corrientes para los barrios de las Matillas y Californias, preocupación por mejorar la iluminación pública, potenciación de las ferias de marzo y mayo (organizando por primera vez en Miranda una feria del automóvil), mejoras en las dotaciones del cuerpo de Bomberos y cuidado en lograr una estabilización en los precios de los artículos de primera necesidad.

Emiliano Bajo era miembro de Izquierda Republicana. El 23 de mayo de 1936 sufrió un atentado cuando un militante de Acción Popular le hirió con un cuchillo.

Cuando se dio la sublevación militar intentó defender la ciudad de los golpistas. Envió a un concejal, Isidoro García de Albéniz Martínez de la Hidalga, a Eibar para que trajera armas, pero fue interceptado por las tropas sublevadas. Mientras tanto la ciudad quedó, momentaneamente, controlada por los trabajadores ferroviarios. Estos trabajadores se hicieron fuertes en la Casa del Pueblo. Pero la guardia civil, proveniente de Burgos, y con la ayuda de un grupo de falangistas se hizo con el control de la ciudad el día 20 de Julio del 36.
Emiliano Bajo y los concejales republicanos fueron detenidos y encarcelados. El alcalde sufrió un consejo de guerra, y se le condenó a la pena capital. Fue fusilado el día 18 de septiembre de 1936 en Burgos acompañado de otros 66 Mirandeses más entre ellos estaban 3 concejales de la ciudad.

El día 10 de Julio de 2006, en honor a los miembros de la corporación, víctimas de la represión franquista, Miranda de Ebro ha dedicado un parque nuevo, y que lleva el nombre de su último alcalde democrático.

El resto de concejales también fueron conmemorados y cinco calles en la ampliación de la Ronda del Ferrocarril fueron llamadas de la misma forma que ellos.
Corporación municipal de Miranda de Ebro en 1931. Emiliano es el 5º empezando por la derecha
El Diario de Burgos publica en su edición del 7 de septiembre de 1936:

“Los sucesos de Miranda de Ebro. Consejo sumarísimo contra cuarenta y nueve procesados. Figuran entre ellos el alcalde, dos concejales y cinco mujeres. Se piden cuarenta y siete penas de muerte y dos de reclusión perpetua. Juez Instructor, Tte. Coronel don Carlos Quintana. Entre los procesados están el alcalde de Miranda, Emiliano Bajo Iglesias, y los concejales Trueba y Giral. Se les acusa de tentativa de voladura de puentes, tenencia de explosivos y líquidos inflamables con fines subversivos. El Fiscal pide reclusión temporal para los procesados Arcadio García Manzano y Santos Sáiz Mazo, por menores de edad, y reclusión perpetua a muerte para todos los demás y la disolución de las sociedades: Casa del Pueblo, UGT, CNT y Socorro Rojo Internacional, con la incautación de todos sus bienes, muebles e inmuebles”.

Según los documentos que constan en el Archivo del Gobierno Militar de Burgos,se les incautó 5 escopetas de dos cañones, 14 escopetas de un cañón, 5 revólveres, 16 bombas y 10 botellas de líquido inflamable.
Según el B.I.F.G., Burgos Año LXXV, nº 212 (1996/1) de Isaac Rilova Pérez:

Especialmente significa fue la resistencia opuesta por la ciudad ferroviaria. Miranda, ciudad eminentemente industrial, constituía un enclave de fuerte componente proletario. La noticia del alzamiento militar provocó la natural alarma y el alcalde Emiliano Bajo Iglesias consultó al Gobernador Civil, que le dio la orden de que enviara a Burgos el contingente de la Guardia Civil mirandesa, por creerla más necesaria en la capital. Esto ocurría el mismo día 18 al anochecer, quedando la ciudad desprotegida.