viernes, 13 de junio de 2014

Extremadura: Juan Brazo Naranjo






Juan Brazo Naranjo




(Testimonio de su nieto, José Antonio Brazo Regalado)

Mi abuelo D. JUAN BRAZO NARANJO, nacido el 3 de marzo de 1907 en Ribera del Fresno; su madre Francisca Naranjo Flores, natural de los Santos de Maimona, años antes (primeros años de 1900) quedó viuda y se le murió un hijo de 3 meses, en ese trance se trasladó a Ribera del Fresno como ama de cría pues tenía buena calidad de leche, para amamantar a una niña de la familia de Vargas Zúñiga, conoció a mi bisabuelo Jose Antonio Brazo Ruiz, que participó en la guerra chica de Cuba con 19 años, era manigero en las tierras de esa familia, por comentarios de mi padre, mi bisabuelo hombre con gran dignidad, tuvo un percance sobre 1907 con un señorito que se había emperrado y sobrepasado con su mujer, avisado este, acabó en un homicidio y cumpliendo su condena en el penal de Ocaña, encarcelado él y su mujer sola en el pueblo de Ribera con mi abuelo recién nacido, creo que la familia Vargas Zúñiga eran parientes de los Sánchez Arjona en Fregenal de la Sierra, aparte de ser grandes terratenientes ambas familias, se trasladó recomendada por tener buena leche, sola a Fregenal de la Sierra con esta nueva familia como ama de cría, dejando temporadas a mi abuelo con su familia de Los Santos de Maimona, tenían mucha relación con ellos, creo que de ahí viene los ideales de mi abuelo pues se crió entre las izquierdas socialistas, incluso le pusieron el nombre de Juan por su tío político Juan Sánchez Moreno apodado “el Cano Sánchez”; en Fregenal había sido hermano de leche [su madre (mi bisabuela) muy conocida en el pueblo por “Ama Francisca” amamantó a él y a otro niño] de otro niño concretamente de Carlos Sánchez Arjona y Sánchez Arjona, nacido el 10/04/1907 y fallecido por unas fiebres el 18/09/1922, 2º hijo de Mª Antonia Sánchez Arjona y Velasco y de Rodrigo Sánchez Arjona y Sánchez Arjona (de la cual era ama de cría y confianza y asistir a los 12 hijos que tuvo).

Mi abuelo era de profesión labrador, alegre, extrovertido y con don de gentes, Republicano y Demócrata, aunque no quería trabajar en el campo, tenía otras inquietudes, la lucha desde la política por la reforma agraria, la educación, el paro, la igualdad y paliar la miseria y el hambre que no soportaba, en definitiva un sistema más próspero; disponían de estabilidad por la posición de su madre (aunque respetaba, chocaba con ella, porque él no doblaba la rodilla ante los señoritos y el abuso) y tierras que su padre trabajaba, aunque de renta; se enamoró de mi abuela, se fue a la mili donde sirvió en Getafe (Madrid) y le hubiera gustado seguir en el ejercito, pero el amor por mi abuela pudo más, se casó por la iglesia con mi abuela (después del noviazgo) Dña. MARIA MORALES MORALES (iba de 7 meses embarazada de mi padre), en septiembre de 1931, con gran amor y queridos por las dos familias; tuvieron a mi padre Fernando en noviembre de 1931, a su hija Mª Luisa en junio del 1934 y en marzo de 1937 (ya fusilado mi abuelo) tuvo mi abuela a su tercer hijo Juan, siendo este póstumo; les llamaban en el pueblo señalados “como los hijos del fusilado” cuando eran pequeños.

Aunque gozaba de estabilidad, no estaba de acuerdo con lo que ocurría en aquellos tiempos ( desigualdad, hambre y miseria) , tenía inquietudes culturales e ideales de paz e igualdad, era socialista y miembro del Comité del Frente Popular en el pueblo con mucha relación con su tío político y primo hermano de los Santos de Maimona. Estos eran Juan Sánchez Moreno, apodado “el Cano Sánchez” que fue encarcelado en Almendralejo y José Sánchez Naranjo, su primo, también socialista. Si bien la condena inicial fue a pena capital, sin embargo con posterioridad le fue conmutada por la inmediata inferior: 30 años. Tenía 25 años y había sido miembro destacado de Juventudes Socialistas en Los Santos de Maimona. Mediante la causa 302/1938 fue acusado de cometer un delito de rebelión militar, siendo juzgado en consejo de guerra celebrado en Mérida el 27 de agosto de 1937. La condena a última pena se fundamentó, según el tribunal militar, en los siguientes argumentos:

“De mediana conducta, sin antecedentes penales y de filiación marxista. Ejercía gran ascendiente entre el elemento obrero entre el que hacía constante y activa propaganda de su ideario político. Fue nombrado Presidente de la Juventud Socialista con anterioridad al 18 de julio de 1936 en cuya fecha ejercía (el cargo) de Vicepresidente de tal Agrupación. En razón a ello entró a formar parte del comité rojo revolucionario adoptando, en unión de los demás miembros de tal organismo, los acuerdos relativos a las detenciones de personas de orden y su encarcelamiento en el Deposito Municipal y en Iglesias habilitadas a tal fin como prisiones. A esas personas no se les hizo objeto de malos tratos, no habiéndose cometido asesinatos en el pueblo ya que si bien por los municipales y otros individuos fueron apaleadas algunas personas, tales hechos tuvieron lugar con anterioridad al movimiento nacional. El procesado así mismo tomó parte en el combate sostenido por las milicias rojas con las fuerzas nacionales en Los Santos y al ser liberado este pueblo huyó, ingresando en calidad de voluntario en las filas rebeldes con las que estuvo en distintos sectores del frente de Extremadura hasta el 25 de julio de 1937 que fue hecho prisionero”, según escribe Julián Chaves en “Los Santos de Maimona en el siglo XX: La crisis de los años treinta (segunda República y guerra civil).

Después de pasar por varias cárceles, una de ellas y última fue el campo de concentración de Orduña donde quedó “mentalmente inutilizado” por las vivencias “que no pasaría”, solo se acordaba de Juanito, que era mi abuelo, sin saber que ya estaba fusilado (murió hace unos 15 o 20 años en el psiquiátrico de Mérida).

Su padre José Antonio Brazo Ruiz (mi bisabuelo en la República era municipal), está recogido en las actas de pleno municipales que fue separado junto a otros compañeros del servicio de municipal en el ayuntamiento en la revolución de octubre del 1934, después de las elecciones del 16 de febrero del 36 y en el primer pleno municipal de fecha 26/02/1936, los restituyeron en sus puestos pero ya por poco tiempo; mataron a su primogénito y único varón , siempre decía “este chiquillo se va buscar problemas”, supongo era la experiencia de su vida.

En la precampaña de las elecciones de la II Republica del 16 de febrero de 1936, fue a Badajoz a poner propaganda electoral en el periódico HOY Diario de Extremadura, cuando ganó la II Republica el Frente Popular, la felicidad no le cabía en el cuerpo, le salían frases como “el sol de la mañana”, estaba lleno de esperanzas y un horizonte con futuro para todos era su sueño, el ayuntamiento era su segunda casa, con el alcalde y demás compañeros del Comité llamado “rojo y antifranquista” era todo un sueño lo que ocurriría en aquellas fechas. Aquello duró poco, a los pocos meses, él que era muy alegre, entristeció, las ilusiones se vinieron abajo, pendientes de la prensa,

radio y personas que acudían al pueblo huyendo de la barbarie, de donde creo que partió la llamada “columna de los ocho mil o de la muerte” que formaban miles de personas de todas las edades y de lo que estaba por llegar. Un mes aproximadamente antes de empezar la guerra incivil española, mi abuela quedó embarazada de su tercer hijo, al cual no conoció; al estallar la guerra, mi abuelo que no podía huir, no había cometido ningún delito y no quiso dejar a su mujer y sus hijos, se escondió en una alcantarilla en la zona del pueblo conocida por La Fontanilla y en el doblado de su casa [sus tres hermanas fueron rapadas, les dieron aceite de ricino y pasearon por el pueblo en burro entre burlas y vejaciones, a Remedios le embargaron la maquina de coser pues era modista profesional, a Ana que aún vive, le quitaron el puesto en Teléfonos (a esta la conocían por la escuela de los Brazo porque enseñaba a los niños a leer y escribir) y a Mª Antonia la menor con 18 años la mandaron a limpiar las letrinas de las tropas que vinieron al pueblo], [a veces salía de noche y dormía con mi abuela (cuando los niños estaban dormidos) en su casa en la calle Doña Leonor desde la toma del pueblo por los sublevados, la cambiaron por Travesía de Alemania], para que su hijo e hija de 5 y 2 años, no lo delataran al verlo, llamándole “papá”, en el silencio del pueblo se escuchaba todo, algo pasaría que lo descubrieron y lo llevaron a la cárcel (hoy ayuntamiento); los rezos a la Santísima Virgen de los Remedios(criticó mi abuela y tías que trajeron las derechas a la virgen al pueblo en un camión de pescado en aquellas fechas), el miedo, la angustia y el sufrimiento de mi abuela (muy devota), era una constante. Se decidió a ir en esos días a misa en la Iglesia Mayor de Santa María de la Plaza, (estando esta concurrida de gente y de fuerzas nacionales al mando del capitán del ejercito Algarra, mi abuelo lo conoció cuando hizo la mili en Getafe y que paraba en casa del veterinario Antonio Delgado marido de Dña. Amparo) con su hijo e hija de 5 y 2 años y embarazada de 4 o 5 meses, se arrodilló ante el capitán pidiéndole clemencia por lo que deparaba tal situación de intranquilidad e injusticia, por palabras de mi abuela, el capitán se apiadó de la situación y le dijo que daría las ordenes oportunas a fin de solucionarlo a la vuelta con un indulto, porque tenía que ausentarse para ir a Badajoz al terminar el acto religioso, en el transcurso de esos días, las personas caciques que quedaron al mando en el pueblo, en octubre del 36 fusilaron a 3 miembros estudiantes de la familia Sanchez Arjona en Paracuellos (Madrid) y creo que en venganza y por ser defensor de la República e ideales diferentes y conocido por esa familia, enrolaron a mi abuelo con su fusilamiento en el cementerio de Fregenal, en una fosa común con 7 o 9 personas mas (entre ellas un matrimonio que el hombre era apodado de “los rabiosos”) el 06/11/1936. Su padre después de fusilado su hijo habló con el sepulturero para poder desenterrarlo y el mismo le quito la idea de la cabeza porque peligraban sus vidas también. En definitiva, toda la familia directa señalados por lo de mi abuelo se tuvieron que marchar del pueblo y con una mano delante y otra detrás, tenían que salir adelante, y marchar a Badajoz y finalmente recalar por partes en Mérida, Huelva y Sevilla, donde arraigaron hasta la fecha.

Existe unos manuscritos (escritos con lápiz) de mi abuelo desde la cárcel en la que estuvo 5 o 6 días antes de ser fusilado y que me confió mi abuela (dos librillos de papel de fumar marca GOL y una pequeña carta de luto), estos manuscritos pasados de incógnito por una hermana de mi abuela llamada Luisa, manifiestan la incertidumbre, desesperación y despedida de un hombre de 29 años, bueno, alegre, pacifico y comprometido, él estaba en contra de cualquier acto de violencia en ninguna de las partes y no se esperaba estos acontecimientos; fusilado por el delito de “poner letreros”, no siendo cierto tal acusación (fue la propaganda electoral en el periódico HOY, por sus ideales y creo que venganza); por esto se debe saber todos estos datos; se que estas historias se repetían sobre todo en las provincias de Badajoz, Huelva, Sevilla y Cádiz, donde no hubo ningún enfrentamiento ni resistencia y si el señalamiento por ideologías, envidias, odios, rencores, etc.

En los escritos vienen dados nombres de gente del pueblo: Dña. Amparo (mujer del veterinario D. Antonio Delgado), Chita, Prados (un maestro nacional concejal en la dictadura), Crucita (sirvienta de la Sta. Maria Sánchez Arjona), Carbonel, Sta. Maria (Sánchez Arjona), Guridi alcalde en los años de guerra (que se casó con Crucita).Todo lo que siempre supe del pueblo es lo relatado por mi abuela y tía Mª Luisa (hija) y hermanas de mi abuelo (Ana que aún vive, Remedios que no se podía hablar del tema pues echaba a llorar y Mª Antonia), quitando esta desgracia, siempre me mostraron gran cariño por su pueblo, al cual querían muchísimo y los rezos a la Santísima Virgen de los Remedios eran constantes. Pero desde que salieron en aquellos años no volvieron al pueblo hasta finales de los años 90, que yo fui el único en llevar a mi abuela y mi tía Mª Luisa, aunque con un temor de ser reconocidas por alguien, ni se bajaron del automóvil, no obstante las pasee por todas las calles recorriendo su pueblo pues no tenían que avergonzarse de nada; toda una vida con miedo y resignación, personas buenas y muy sufridas. Les gustaba esos recuerdos buenos de su pueblo, la campiña de la Virgen de los Remedios y al volver, ver su pueblo pero sin entrar en él, sin ningún tipo de resabio ni rencor; traerse a Huelva una simple piedra de cantería de su pueblo, para poder besar su pueblo o plantar en una maceta unas matas de hierbabuena del mismo, era toda una reliquia; siempre comentaron que su pueblo no tenía ninguna culpa, seguía siendo tan bonito y todas sus cosas: las perrunillas, la chacina, el pan y sus vivencias por las calles de Arias Montano, los Remedios, La Corredera, La Fuente, por el camino de la Virgen, etc.

A mi abuelo lo fusilaron con 29 años, pero mi abuela (9 meses menor que él) murió con 96 años, una persona llena de amor, antes hermosa y metida en carnes (posó para el pintor local Eugenio El Hermoso) y después toda una vida luchando con honradez y ayudando en lo que podía a su familia, de luto permanente (jamás la vi. con otro color), gran austeridad, consumida y sufrida con la vida (fue “fusilada” desde los 29 hasta los 96 años en vida); siempre me comentó que mi abuelo no fue muerto, fue matado, es lo que mas he escuchado de su boca, siempre lo tuvo en su mente. Los pocos dineros que cogió a partir del año 1979 en forma de pensión por los hechos ocurridos, los guardó y se repartió entre sus hijos cuando murió, nunca mostró interés por ese dinero.

De lo que sé de Fregenal, es que estas personas que fueron matados el “único crimen” que cometieron es tener unos ideales de igualdad y democracia, el fascismo y el caciquismo acabó con ellos. Creo que los saqueos que hubo en el pueblo fueron para asistir a la gran masa concentrada de los integrantes de la Columna de los 8.000. En estos dos pueblos en concreto no hubo crímenes por parte de la izquierda (Francisco Espinosa en su libro La columna de la muerte).

Me siento muy orgulloso de toda mi familia, aunque pagaron un alto peaje, sin haber cometido delito alguno.

“Haber si la niña de Doña Amparo, habla con el Capitán, que es la que puede conseguir algo; no me ha dicho nada de la Chita ni de Prado, haber que impresiones han dado; haz por ver al padre del Ciervo haber que le ha dicho su a la Carbonel.”

“Del indulto no dices nada, dis si as ido en casa de la Chita y haber si vais en casa del alcalde y habláis con Crucita, aq no me han tomado declaración, no dejéis el asunto de la mano, aquí se está bien sino fuera por la intranquilidad de la noche aunque a los dos que estamos no aran nada, ahora si cogen más gentes es muy fácil que nos enrolaran con ellos, dis que os ha dicho Prado...... besos a Fernandito y a la niña y a estar tranquilos que yo estoy más gordo y nada más.”



 

















Luisa quedo muy agradecido de ti   adiós.

Madre a y hermanas me matan sin deber y sin motivo.




María compañera, padre cuide usted de los niños que  esto a sido un guaseo, no me han hecho caso, el Capitán no vino, el teniente si y el alrez Mosca y Guridi; acusado de que yo estuve poniendo letreros y que me había visto Crucita y la Sta. Maria; ya ves por lo que me matan, todo ha sido una trampa, estaba hecho todo, acompañera que resignación y que seas honrada como hasta aquí, un abrazo a todos y besos y a los niños y adiós para siempre”.



Documento de época ya franquista en el que figura el apellido Bravo.



Certificado de defunción de Juan Brazo Naranjo. En él consta como fecha del deceso el 6 de noviembre de 1938, siendo en realidad el 6 de noviembre de 1936.




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