Cándido González Romero
Cándido González, militante de Falange Española y condecorado con una
medalla de mérito al valor por su
actuación en el bando sublevado durante la guerra civil, murió por
disparos de la Guardia Civil el 7 de marzo de 1946, a través de la
aplicación de la Ley de Fuga en un paraje cercano a la localidad de
Cuacos de Yuste. Se le acusó de facilitar alimentos a una mujer que
posteriormente se los pasaba a los maquis. En Aldeanueva se extendió el
rumor de que había acogido en su casa a un herido de la guerrilla.
Sus restos fueron trasladado desde la sierra a Cuacos en una mula. Un niño de 16 años (Antonio Cobos), que pasaba por el lugar donde se desarrollaron los hechos, fue obligado a trasladar el cadáver al cementerio cuacareño, donde fue sepultado en una fosa en tierra, envuelto en un cobertor.
El 14 de noviembre de 2013, la arqueóloga-antropóloga Laura Muñoz confirmaba que los restos mortales aparecidos en el cementerio de Cuacos correspondían a Cándido González Romero, natural de Aldeanueva de la Vera. En palabras de Muñoz, se habían encontrado "los restos óseos de un individuo adulto, de sexo masculino, enterrado en la zona del camposanto donde nos habían indicado los testimonios". Los restos carecían de conexión anatómica, y se hallaban en posición secundaria, lo que se asoció a la presencia del cobertor. Además, el fémur izquierdo exhibía "una lesión causada por arma de fuego".
Por su parte, la hija del fallecido, María del Pilar González,
reconoció que aquel fue un día "grande" para ella, ya que de esta manera
podría enterrar a su padre en Cuacos de forma digna, con funeral
incluido.
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